Cuando era niña siempre me acuerdo de la horrorosa noche
cuando llegaba, siempre quería que amaneciera pero que
nunca anocheciera.
cada vez que cerraba mis ojos siempre pensaba en aquel
horrible fantasma que atormentaba mis sueños y quemaba
mis deseos.
por eso le doy gracias a Dios que ya soy adolescente y
desperté de aquel horrible y tenebroso sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario